Poemas de duelo

 

Poemas de duelo. Versos que consuelan

Los poemas de duelo pueden acompañarnos en los días más tristes, ellos nos permiten expresar lo que sentimos cuando las palabras no nos salen y nos consuelan por la pérdida que hemos sufrido. Podemos enviar poemas de duelo junto a unas flores para expresar nuestras condolencias a los familiares de un fallecido. Los poemas de duelo existen desde la antiguedad y han perdurado hasta nuestros días, grandes poetas han tratado este tema y también encontramos poemas de duelo escritos por poetas amateurs, como el famoso poema de duelo de David Harkins:


Puedes llorar porque se ha ido, o puedes
sonreír porque ha vivido.
Puedes cerrar los ojos
y rezar para que vuelva o puedes abrirlos y ver todo lo que ha
dejado;
tu corazón puede estar vacío
porque no lo puedes ver,
o puede estar lleno del amor
que compartisteis.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el
vacío y dar la espalda,
o puedes hacer lo que a ella le gustaría:
sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.

 

 

Poemas de duelo de autores ingleses

Son muchos los poetas de todas las nacionalidades que han escrito poemas de duelo. Entre ellos, los autores ingleses son de los más conocidos, desde autores clásicos como William Shakespeare a autores más actuales. El cine nos ha descubierto preciosos poemas de duelo como el de W.H. Auden

 

CUANDO HAYA MUERTO, LLÓRAME TAN SÓLO...

William Shakespeare


Cuando haya muerto, llórame tan sólo
mientras escuches la campana triste,
anunciadora al mundo de mi fuga
del mundo vil hacia el gusano infame.

Y no evoques, si lees esta rima,
la mano que la escribe, pues te quiero
tanto que hasta tu olvido prefiriera
a saber que te amarga mi memoria.

Pero si acaso miras estos versos
cuando del barro nada me separe,
ni siquiera mi pobre nombre digas
y que tu amor conmigo se marchite,

para que el sabio en tu llorar no indague
y se burle de ti por el ausente.

 


 

PARAD LOS RELOJES

WH Auden

 

Parad los relojes y desconectad el teléfono,
dadle un hueso jugoso al perro para que no ladre,
haced callar a los pianos, tocad tambores con sordina,
sacad el ataúd y llamad a las plañideras.

Que los aviones den vueltas en señal de luto
y escriban en el cielo el mensaje << Él ha muerto>>
ponedles crespones en el cuello a las palomas callejeras,
que los agentes de tráfico lleven guantes negros de
algodón.

 

Él era mi norte y mi sur, mi este y mi oeste,
mi semana de trabajo y mi descanso dominical,
mi día y mi noche, mi charla y mi música.
Pensé que el amor era eterno: estaba equivocado.

Ya no hacen falta estrellas: quitadlas todas,
guardad la luna y desmontad el sol,
tirad el mar por el desagüe y podas los bosques,
porque ahora ya nada puede tened utilidad.

 

Poemas de duelo escritos en castellano

Los poemas de duelo han sido un tema común entre los poetas españoles y latinoamericanos y podemos encontrarlos en la obra de la mayoría de ellos. Os dejamos una pequeña muestra:

CANCION DE CUNA
 Lorca


A Mercedes, muerta

 

Ya te vemos dormida.
Tu barca es de madera por la orilla.

Blanca princesa de nunca.
¡Duerme por la noche oscura!
Cuerpo de tierra y de nieve.
Duerme por el alba, ¡duerme!

Ya te alejas dormida.
¡Tu barca es bruma, sueño, por la orilla!

 


 

NO TE RINDAS
Mario Benedetti


No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

 


 

SENTADO SOBRE LOS MUERTOS

Miguel Hernandez

Sentado sobre los muertos
que se han callado en dos meses,
beso zapatos vacíos
y empuño rabiosamente
la mano del corazón
y el alma que lo mantiene.
Que mi voz suba a los montes
y baje a la tierra y truene,
eso pide mi garganta
desde ahora y desde siempre.